¡Tengo hambre! vamos a un restaurante

En 1765 un mesonero apellidado Boulanger abrió en París una casa de comidas y a la puerta colgó el siguiente letrero: "Venid a mi casa, hombres de estómagos cansados y yo os restauraré".

La frase tuvo tal éxito que, desde entonces, todas las casas de comidas se llaman “restaurantes”.

Además debido a la fama de su repostería, Boulanger también es el “culpable” de que en Francia a las pastelerías se les llame “boulangeries”. ¡A verdad! ¡¡¡apuesto a que no lo sabías!!!

  • Sábado, 08 Marzo 2014

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