¿Qué tienen en común una nube y un refresco?
Los dos refrescan en un día caluroso, aunque también podemos hablar de ellos en términos meteorológicos. Cuando sacas un refresco del refrigerador, fuera de la botella se forman gotitas. Esto se debe a la presencia de humedad en el aire que se condensa (cambia de vapor a líquido) cuando el aire próximo a la botella se enfría.
En la atmósfera, las gotas de agua también se forman como resultado de un descenso de temperatura. Si te fijas, al abrir la botella observarás una especie de nubecilla en el cuello. El interior del recipiente se halla bajo una gran presión antes de abrirlo. En realidad, el líquido se embotelló a tres veces la presión ambiente, es decir, mayor que la de una llanta de automóvil.
Una vez abierta, la presión en el cuello de la botella cae en picado hasta igualarse con la presión ambiente, provocando un rápido descenso de la temperatura de alrededor de 40 °C. El vapor de agua en el cuello se condensa en forma de nube.