Cuando llegamos a un lugar que no conocemos nos mostramos curiosos y temerosos por ver lo que hay en él. Al igual que nosotros, los gatos son animales muy inteligentes y curiosos; cuando llegan a un lugar desconocido para ellos usan su olfato y sus patas para tratar de reconocer olores y guiarse, librando cualquier cosa que represente peligro para ellos. Cuando los gatos regresan a una zona ya conocida y explorada, pero encuentran un olor diferente, se quedan paralizados unos momentos y después van en busca de lo que ha cambiado en su entorno.
Cuando llega un nuevo integrante a la familia, a una casa donde ya vive otro minino desde hace tiempo, la llegada del nuevo gatito desajusta la armonía del antiguo felino. Para evitar peleas entre los dos tenemos que tener en cuenta el carácter de cada minino, la edad y el sexo para relacionarlos poco a poco, debido a que cada uno tiene una personalidad diferente.
Se recomienda aislar al nuevo gatito poniéndole agua, comida y un lugar para dormir mientras se acostumbran los dos gatos a sus olores y se den a la idea de compartir la casa y a sus dueños. También este periodo sirve para ver el comportamiento de los dos y saber si habrá tolerancia entre ambos debido a que los felinos son muy celosos y territoriales.
Si tienes un gatito que vive sólo es importante pensar en conseguirle un compañero porque a pesar de sus diferencias y de la dificultad para adaptar a dos felinos celosos, territoriales y peludos, siempre necesitan un compañero de juego.
Es así como los gatos se saludan y conocen entre ellos, es muy diferente a como tú o yo lo hacemos ya que nosotros somos muy amistosos cuando conocemos a un nuevo amigo, mientras que los felinos son más precavidos.