Hace mucho tiempo se creía que todos los animales, plantas y personas fueron creados de una misma forma y que nunca llegarían a cambiar; pero hubo una personita que se llamó Charles Darwin que visitó las islas Galápagos que se localizan en la costa de Ecuador.
Estando ahí, se dio cuenta de que habían unos animales que se parecían mucho a otros que él ya conocía pero con algunas diferencias que eran raras para Darwin, así que cuando regresó a su casa se puso a pensar y a recordar lo que había visto en su viaje.
Se puso a investigar y así fue como se le ocurrió la idea de que tal vez no todos fuimos hechos de la misma forma y que algún día cambiaríamos o evolucionaríamos, por eso le llamó “Teoría de la Evolución”.