Los cambios de color que experimentan estos reptiles obedecen a diferentes situaciones:
Camuflaje.
Relaciones sociales.
Regulación de la temperatura corporal.
Tienen una gran capacidad de adoptar el color exacto de su entorno, ya sea el verde de las hojas o el marrón del tronco de un árbol, permite al camaleón ocultarse de sus presas o de sus predadores. Las presas no se dan cuenta hasta que es demasiado tarde para escapar y sus presas no se percatan de su existencia.
Los cambios en la temperatura ambiente también provocan sus cambios de color. Adopta un tono más oscuro para absorber más luz y calor y cambia a una tono mas claro para reflejar la luz y enfriarse.
El color también tiene una función social. Cambian su coloración a tonalidades estridentes antes de entrar en combate contra su oponente y son más vivos sus colores cuanto más se irritan, en una clara misión intimidatoria. También cambian de color para atraer o repeler a sus potenciales parejas en la temporada de celo. Una hembra habitualmente marrón se puede volver anaranjada para indicar que está lista para el apareamiento y mancharse de negro y anaranjado cuando se une a un macho para indicar su indisponibilidad a otros pretendientes.