El conejo y la cara oculta de la Luna

“Luna lunera cascabelera…” dice una canción infantil, pero más allá de esa tonada y de los bellos paisajes nocturnos que nos regala ¿alguna vez has escuchado hablar del conejo en la luna?En muchas culturas se encuentran relatos y mitos que hablan de un conejo que saltó a la Luna. La realidad en esto es que esa mítica figura ayuda a identificar a simple vista desde la Tierra las prominencias y valles más grandes de la luna.

Si observas bien, la cabeza del conejo es el Mar de la Tranquilidad, la oreja superior es el Mar de la Fecundidad, la oreja inferior es el Mar del Néctar, el rabito del conejo es el Cráter Copérnico, el abdomen del conejo es el Mar de la Lluvia. La superficie lunar carece de atmósfera y está llena de enormes cráteres que se formaron por el impacto de unos gigantescos meteoritos, existen diversos mares, zonas llanas sin agua y de color oscuro y también grietas y surcos de gran profundidad y longitud, que desde la Tierra han inspirado diferentes relatos queriendo ver más allá.

La luna es el único satélite natural de la Tierra y el cuerpo más cercano y el mejor conocido. Su diámetro medio es de 3 mil 476 km, la cuarta parte del de la Tierra y su masa total es 80 veces menor. El 21 de julio de 1969 Neil Armstrong fue el primer hombre en alunizar, “Esto es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”, exclamó el astronauta estadounidense. Otro detalle curioso es que según la disposición de la Luna, la Tierra y el Sol, se ve iluminada una mayor o menor porción de la cara visible de la primera. Los humanos nunca veremos su cara oculta porque el satélite hace una rotación completa sobre su propio eje en 27,3 días, el mismo tiempo que le lleva hacer una revolución completa a la Tierra. La combinación de ambos movimientos hace que veamos siempre la misma cara.




  • Jueves, 06 Marzo 2014

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